Este artículo explica qué es el machine learning, cómo se diferencia de la programación tradicional, su dependencia de los datos, los tres tipos principales de aprendizaje y una introducción sencilla a las redes neuronales.
Ya no es la época en la que teníamos que programar físicamente las computadoras para hacer todo. Rápidamente, aquellos procesos se están convirtiendo en historia.
El machine learning está constantemente cambiando todo: desde tus feeds de redes sociales hasta cómo los doctores diagnostican cáncer.
No es otra tecnología irrelevante. Es la fuerza que conduce la revolución tecnológica desde el Internet y está aquí para quedarse.
Es la tecnología detrás de ChatGPT, DALL-E, AlphaFold, Claude, DeepSeek y MidJourney. Para el final de este artículo vas a entender cómo las máquinas aprenden, qué significa para tu futuro y los desafíos que vienen con esta poderosa tecnología.
La programación clásica es como darle una receta a tu computadora: “Si el usuario da click a esto, entonces haz esto”. Esto implica flexibilidad limitada y la necesidad de que el programador anticipe cada escenario.
Machine Learning cambia este proceso: en vez de decirle a la computadora cómo resolver los problemas, le muestras cómo se ven los problemas y deja que descubra el método por sí misma.
En términos de cocina:
Por eso funcionan cosas como:
Todos los sistemas de machine learning están construidos sobre colecciones de ejemplos. ¿Quieres reconocer gatos? El algoritmo necesitará miles de imágenes de gatos. ¿Quieres predecir precios de acciones? Necesitarás años de datos históricos.
El sistema aprende patrones de estos ejemplos y los aplica a nuevas situaciones. La calidad de tus datos afecta directamente la calidad de tu modelo. Datos pobres = resultados pobres.
Por eso, para compañías como Google, Amazon y Facebook, tus datos son un recurso valioso. Y por eso las consideraciones sobre privacidad están creciendo: cada vez más sistemas usan tus datos personales para entrenar sus modelos.
Aprendizaje supervisado
El más común. Se le entregan problemas y sus respuestas correctas. Aprende a predecir conclusiones para nuevos problemas. Ejemplo: detección de spam, diagnósticos médicos.
Aprendizaje no supervisado
Encuentra patrones en datos sin etiquetar. Es como darle una pila de objetos y pedirle que los ordene por similitud sin instrucciones. Ejemplo: sistemas de recomendación, segmentación de clientes.
Aprendizaje por refuerzo
Aprende tomando acciones y recibiendo recompensas o penalizaciones. Similar a entrenar una mascota. Ejemplo: ajedrez, autos autónomos, robótica.
Imagina una red neuronal como una versión muy básica del cerebro humano. Está compuesta por neuronas artificiales, pequeños nodos conectados en capas. Cada nodo recibe información, la procesa y la pasa a la siguiente capa.
1.Entrada: Los datos (por ejemplo, una imagen) se convierten en números y se envían a la primera capa. 2.Pesos y sesgos: Cada conexión tiene un “peso” que indica cuánta importancia darle a esa información. 3.Activación: Cada nodo decide si “activa” la señal según una función matemática. 4.Salida: Después de pasar por varias capas, la red produce un resultado, como “esto es un gato” o “este correo es spam”.
El aprendizaje ocurre ajustando los pesos para que la salida sea cada vez más precisa. Este proceso se llama entrenamiento, y se repite miles o millones de veces.
Piensa en tuberías con válvulas:
El agua = datos. Las válvulas = pesos que regulan el flujo. Las capas = filtros que refinan la información hasta obtener el resultado final.
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